Terminan las fiestas navideñas y vemos como todas las reuniones familiares, comidas de empresa y excesos se han convertido en un aumento de peso, malestar corporal y reducción de la actividad física. ¿Cómo debemos actuar para volver a la normalidad?
El error más común es querer hacer todo lo que no se ha hecho en el periodo navideño (dietas estrictas, alto volumen de actividad física, etc.). Como hemos dicho, venimos de unas semanas de descontrol de la dieta, en el que hemos reducido nuestro nivel de actividad física y es momento de recuperarnos, pero paso a paso. Esta vuelta a la normalidad debe realizarse de manera progresiva, ya que de hacerlo de manera forzada (dietas estrictas, excesivo ejercicio, etc.) pueden provocarnos un efecto rebote o, como en casi todos los casos, un abandono prematuro de esta vuelta a la calma.
En el caso de la dieta, no debemos caer en el error de “pasar hambre” para volver a nuestro peso normal. Comenzaremos reduciendo la ingesta de energía de forma gradual, volviendo a recuperar la rutina de 5 tomas/comidas diarias (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena), en el que deben aparecer los alimentos habituales, cantidades habituales, etc. Una vez que nuestro cuerpo está regulado comenzaremos con la reducción de peso, reduciendo pues el número de calorías diarias y así consiguiendo bajar de peso (está bajada de peso vendrá propiciada por el aumento de actividad física).
Lo recomendable es acudir a tu nutricionista de confianza para la realización de un plan personalizado, de esta manera nos aseguraremos de que realizamos, esta vuelta a la calma, de manera segura y controlada. Intentaremos reducir la cantidad de alimentos grasos y bebidas alcohólicas y azucaradas consumidas en estas fechas, para pasar a aumentar el número de productos vegetales y proteicos bajos en grasa.
En este proceso de “retorno” a la normalidad, la actividad física recibe un papel esencial, ya que nos ayudará a “quemar” los excesos con mayor rapidez y a mejorar nuestra salud. Al igual que con la dieta, esta vuelta a la práctica de ejercicio debe ser progresiva. Solemos caer en el error de auto exigirnos demasiado después de los remordimientos por los excesos, sesiones de ejercicio duras, largas e intensas que provocan un abandono prematuro, agujetas a borbotones e, incluso, lesiones musculares.
Por lo tanto, comenzaremos con ejercicios más “livianos” y en tandas de pocos minutos, como andar, bicicleta, carrera continua, etc. Iremos aumentando progresivamente con el paso de los días el tiempo y la intensidad, introduciendo nuevas rutinas para volver poco a poco a la normalidad. Es importante poneros en manos de profesionales del deporte para una correcta planificación física y una vuelta segura a la normalidad. Cuando necesites asesoramiento físico, elige profesionales cualificados, tu salud lo agradecerá.
Autor: Rafael Gracia Navas. Colegiado nº 55302
Foto: J. L. Rua Nacher