El ajedrez es un magnífico complemento cuando las necesidades de movimiento de los más jóvenes estén

Ante la noticia que publicó la Junta de Andalucía en su página oficial el pasado mes de agosto, “Los centros docentes andaluces podrán incorporar el próximo curso el ajedrez como herramienta pedagógica en las aulas”, y de la que se vienen haciendo eco los medios de comunicación estos últimos días, nos quedamos estupefactos.

Parece irrisorio que la Consejería de Educación invierta recursos en implantar esta iniciativa y sin embargo haga caso omiso a la demanda social —culminada con la aprobación por unanimidad de una proposición no de Ley en el Parlamento andaluz— de incrementar las horas de Educación Física en Educación Primaria y Secundaria como fórmula para combatir el sedentarismo y la obesidad en los estudiantes andaluces, población que sufre uno de los mayores índices de obesidad infantil de Europa.

Aún más llamativo es la justificación de la incorporación de este programa, aula Djaque, la cual se basa, entre otras cosas, en “ayudar al alumnado en el desarrollo de sus habilidades cognitivas y socioafectivas”.

No dudamos de los beneficios pedagógicos del ajedrez, pero entendemos que esta iniciativa sería más interesante cuando estuvieran cubiertas las necesidades de movimiento.

Ante esto, una vez más, reclamamos el aumento de horas lectivas de Educación Física en los centros educativos, cuya materia influye de forma más relevante en la educación y en la salud social e individual del alumnado.