Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 19 millones de personas en todo el mundo se vieron afectadas en 2020 por esta enfermedad. En España se diagnostican en torno a 240.000 nuevos casos al año. Los casos diagnosticados aumentan cada año en todo el mundo y se estima un incremento de hasta el 50% en 2040.
Beneficios del ejercicio físico en todas las fases de la enfermedad
La investigación es la clave para combatir el cáncer, así como para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren esta enfermedad. Desde el COLEF Andalucía, Ceuta y Melilla destacamos los beneficios del ejercicio físico en todas las fases de la enfermedad, también en su prevención, diagnóstico, mortalidad y supervivencia. Así lo han demostrado diversos estudios científicos realizados por prestigiosas instituciones relacionadas con el deporte y con esta enfermedad, como The American College of Sports Medicine (ACSM), The Exercise and Sports Science Australia (ESSA), o la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), entre otras.
En este sentido, cabe destacar que realizar un ejercicio físico adecuado contribuye a disminuir la mortalidad de esta enfermedad, especialmente, en los cáncer de próstata, colon y mama, donde la reducción de la mortalidad puede llegar hasta el 50% una vez ha sido diagnosticado.
Unos niveles adecuados de actividad física reducen la incidencia de la enfermedad en al menos 13 tipos diferentes de cáncer.
En cuanto a la prevención primaria (reducción del número de diagnósticos), unos niveles adecuados de actividad física reducen la incidencia de la enfermedad en al menos 13 tipos diferentes de cáncer, entre ellos los más diagnosticados. En muchos de ellos la reducción del riesgo es superior al 20%.
Del mismo modo, es importante señalar los beneficios del ejercicio físico en relación a los principales efectos secundarios de la enfermedad y su tratamiento. Unos niveles adecuados de fuerza y de fitness cardiorespiratorio reducen la magnitud de efectos secundarios como la fatiga, la osteoporosis o la enfermedad cardiovascular, muy común en las personas que superan la enfermedad.
En este sentido, desde el COLEF Andalucía, Ceuta y Melilla, insistimos en la importancia de contar con un profesional cualificado en la práctica de ejercicio físico, especialmente en personas que sufren una enfermedad. El ejercicio físico adecuadamente diseñado y supervisado ayuda a prevenir el cáncer, controlar la progresión de la enfermedad, interactuar con los tratamientos antineoplásicos y mejorar el funcionamiento físico y los resultados psicosociales de los pacientes, tal y como asegura la Sociedad Española de Oncología Médica.
Por Manuel Martín Olvera (Col. nº 52416), responsable de la Comisión de Salud y Rendimiento de COLEF Andalucía.
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